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Hablando de las Mirabal a través del análisis de Tancredo Vargas Cruz

Nov 25, 2021
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El mes de noviembre se ha constituido en un referente mundial para afianzar la lucha en contra de la violencia ejercida hacia la mujer. Siendo el signo de este referente global el asesinato, cometido en 1960 por órdenes del sanguinario dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo Molina, a las hermanas Mirabal: Patria, Minerva y María Teresa; además de su chofer Rufino De la Cruz.

Hay diferentes definiciones que abordan la idea de la violencia ejercida en contra de la mujer, entre éstas, la que surge en la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres, celebrada en Beijing (China), en septiembre de 1995, “La violencia contra las mujeres es un obstáculo para la igualdad, el desarrollo y la paz de los pueblos, impidiendo que las mujeres disfruten de sus derechos humanos y libertades fundamentales”.

También, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su artículo 1 de la «Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer», señala que la violencia contra la mujer es “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada”. Otras instituciones señalan que “La violencia contra la mujer es todo tipo de violencia ejercida contra la mujer por su condición de mujer. Esta violencia es consecuencia de la histórica posición de la mujer en la familia patriarcal, subordinada al varón, carente de plenos derechos como persona”.

Visto lo anterior, dada la singularidad que reviste a los dominicanos la conmemoración de este fenómeno mundial identificado por la ONU como Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, resulta de rigor traer al debate político social del país la lectura que daba a este suceso histórico uno de los grandes dirigentes políticos de la izquierda dominicana, el internacionalista francomacorisano Tancredo Antonio Vargas Cruz. Por tanto, la intención de la presente es alzar la voz del dirigente político y guerrillero que, desgraciadamente, solo puede expresarse al reproducirse sus palabras a través de la presente.

Tancredo Vargas Cruz falleció el 26 de mayo del 2011 y, siempre que llegaba el 25 de noviembre (Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer), hacia la siguiente reflexión: “Minerva Mirabal fue una de las principales líderes del Movimiento Revolucionario 14 de junio y su muerte fue resultado de la intolerancia política de Trujillo, quien obviamente era la mano ejecutora del Imperialismo Yanqui en nuestra Patria. Esa forma atroz y despiadada como fueron asesinadas las Mirabal y Rufino de la Cruz, aunque las Mirabal eran mujeres, no fue por el hecho de ser mujeres… Fue una acción de represión que venía circunscrita en el anhelo del Imperialismo Norteamericano de extirpar de América y del mundo el COMUNISMO”.

Esta aparentemente simple aclaración que hace Tancredo muestra que el gran hecho histórico referido es un ejemplo de amor patrio en el que se arrancó de forma violenta la vida de disidentes al régimen dictatorial instaurado en la República y que lo han querido vender mutilado a las nuevas generaciones. Ello, con el único, premeditado y mal sano fin de ocultar el patriotismo, el arrojo, la valentía y el sacrificio que hacen los grandes hijos de la Patria cuando ésta se ve mancillada. Acciones que han sido constantes en héroes como: Duarte, Sánchez, Mella, Luperón, Los Gavilleros, Gilbert, Manolo, Las Mirabal, Los Palmeros, Caamaño, Salvador Then, Nirsio, Elías, Tancredo, y con ellos, en todos los que han aportado sudor y sangre por esta hoy Jodida Patria del Caribe Insular.

Se impone que, al recordar a “Las Mariposas” (que más que tiernas y dóciles libélulas fueron seres rebeldes de gran valor y valía que enfrentaron la oprobiosa dictadura trujillista), se recuerde en su justa dimensión la razón de ser de estas patriotas dominicanas. Que se recuerde su identificación con las causas de los más desposeídos, la libertad social y los mejores intereses de la Patria.

A Tancredo las gracias por dejar sembrada esta verdad histórica basada en un análisis construido al fuego de los hechos; análisis que afirma que sus acciones en vida son su vida durante la muerte… En él se cumplen, al igual que en las Mirabal, los versos de Manuel Del Cabral: “Hay muertos que van subiendo cuanto más su ataúd baja”.

¡Qué no mueran los héroes y heroínas de la República Dominicana! ¡Que su impronta sea mostrada como tal, hayan sido estos comunistas o no! ¡Viva la Praxis Revolucionaria de Tancredo Vargas Cruz! ¡Viva la Praxis Revolucionaria de las hermanas Mirabal!

Por: Emmanuel Aquino Alvarado.

Paola Benítez

Paola Benítez | Periodista Comunicadora social mención periodismo. Con experiencia en comunicación digital, periodismo digital, manejo de redes sociales y boletines informativos. Ha trabajo como productora y presentadora radial. También colaboro como community manager de medios digitales y figuras políticas. Instagram: paobenitezj

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